Era de esperar
No podemos rasgarnos las vestiduras al escuchar al gobierno que ha calificado al terrorista Otegi como demócrata y hombre de paz.
No podemos poner el grito en el cielo al ver a Rodríguez ceder al chantaje de los asesinos terroristas e invalidar nuestras más elementales normas de convivencia destruyendo el estado de derecho.
Era de esperar.
No nos ha pillado de sorpresa que Rodríguez haya dado por hecho que se están cumpliendo las condiciones para abrir la negociación con los terroristas.
¿Qué condiciones?
Los propios etarras han reconocido en Gara que las cartas de extorsión que han recibido empresarios navarros fueron enviadas después del anuncio de tregua. Se han atribuido la voladura del local de un concejal de UPN en la localidad navarra de Barañáin, han atacado una oficina de seguros en la localidad vizcaína de Guecho, han rociado con aceite el coche de la concejal del PSE Gotzone Mora, han lanzado piedras y pintura roja y amarilla contra las sedes del PNV y el PSE y contra el domicilio de la edil socialista de Azkoitia, la kaleborroca se ha adueñado de nuevo de las calles... A todo esto hay que sumar las últimas amenazas de Otegi y su insistencia en pedir inmunidad judicial.
No han cedido en sus pretensiones de Autodeterminación, anexión de Navarra y excarcelación de los terroristas en prisión. Por esto han dado su vida 1000 personas, muchas de ellas socialistas.
Sin embargo, Rodríguez dice que se dan las condiciones.
Es muy duro pero ya conocemos al estadista Rodríguez. Era de esperar.
¿QUÉ LE DEBE RODRÍGUEZ A ETA PARA QUE ACTÚE ASÍ?
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Lo que sobrepasa la capacidad de asombro de cualquier persona de bien es que Rodríguez menosprecie con esta actitud a los familiares de los que han derramado su sangre por la libertad, y anuncie que tiene pensado incluir una mención a las victimas en el preámbulo de la Constitución.
Como si fueran niños chicos a los que les ofrece un caramelo para mañana con la condición de irse a la cama y no molestar mientras él "se las tiene" con su media naranja.
Las víctimas reclaman MEMORIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA, pero lo hacen ante un presidente que no conoce el significado de ninguna.
Es digno de un guión de Groucho Marx. La parte contratante de la parte contratante le dice a la parte contratante que sobre la parte contratante es la parte contratante.
Es el colmo del cinismo y de la tomadura de pelo. Si los españoles cedemos ante la mentira que está protagonizando un gobierno democrático y nos postramos de rodillas ante el engaño zapateril habremos perdido nuestra dignidad y sin ella nuestra sociedad estará acabada pues está en juego la libertad.
Afortunadamente, todavía queda el derecho al pataleo y la AVT anuncia movilización para junio. Es la última posibilidad: una macro manifestación que traspase nuestras fronteras.
PREPÁRATE. NO FALTES, ANIMA A TUS AMIGOS, A LA FAMILIA. QUE NADIE SE QUEDE EN CASA.
Será el último cartucho.
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