Nada fue un error

Las víctimas del terrorismo acudieron ayer al Palacio de la Moncloa, a petición de Rodríguez, conscientes de la importancia del encuentro.
Sabían que era una oportunidad de oro para cantarle al Solemne las verdades del barquero en la lucha contra el terrorismo.




Jugaban en campo visitante, con el ambiente en su contra. Sabían que el objetivo de Rodríguez era, una vez más, la foto del talante, la palabrería hueca que aturde al populacho para una vez cumplido el trámite de proporcionar foto y titular a la prensa y los telediarios de “lo dicho, no me acuerdo”.

Los representantes de las víctimas le han dejado claro:
Primero: con ETA no se puede pactar. Segundo: el final de la banda pasa obligatoriamente por vencedores y vencidos. Los vencedores: el estado de derecho y las víctimas y los vencidos: los terroristas. Tercero: no se puede priorizar a los asesinos por encima de sus víctimas.

zETApé ha aguantado el chaparrón, pero fiel a su estilo, con su sonrisa hipócrita y nulo respeto a los que no piensan como él, ha dado muestras de lo que se puede esperar de quién ya no habla de terrorismo sino de violencia.

No es lo mismo. Él lo sabe. Insultar es violencia, el terrorismo se sitúa varios escalones por encima. Terrorismo es la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Justo lo que hacen los TERRORISTAS que además son violentos.

Las víctimas del terrorismo le han dado una lección del talante que nunca tendrá quien es sectario. Se han tragado el orgullo, han mirado para otro lado y han soportado que Caldera les quite la subvención, han tragado a un Peces que ha intentado dinamitar la unión entre las distintas organizaciones que agrupan a las víctimas, han resistido el arrinconamiento al que el desgobierno las ha sometido y han sortea las zancadillas que el desgobierno zapateril les ha ido poniendo al acusarles de partidismo o al criticar las movilizaciones que han protagonizado.

Con la reunión, las víctimas han vuelto a salvar la cara de un presidente que les dio la espalda en Valencia al ser el primer presidente de país anfitrión que no acude al congreso de víctimas. No fue capaz ni de mandar un mensaje de apoyo. El presidente de la agenda apretada dice ahora que se equivocó. Si de verdad reconoce que se equivocó está reconociendo implícitamente que la excusa que dio la arrugada Maria Teresa de agenda apretada fue otra mentira más y van… Pinocho está preocupado pues está el segundo en el escalafón.

A pesar de todo, las víctimas han ido a Moncloa a reunirse con el solemne.

No me resisto a pensar que todo esto es una maniobra orquestada por la fontanería de Moncloa y el error que dice que cometió Rodríguez y la carita de bueno que ahora pone es parte de un guión que consiste en arrodillarse ante los terroristas para conseguir una paz ficticia que asegure las elecciones del 2008. Aquí los que estorban son las víctimas. La ciudadanía ya está adormecida. Nadie se acuerda de Miguel Ángel Blanco. Yo sí. Por eso estaré en la manifestación del 25 de Febrero. Espero verte.