Y después, se quitaron la careta
Estos polichinelas estaban arropados por dos parlamentarios fantoches figurantes de la extrema izquierda republicana de Cataluña y socios del desgobierno zapateril (Juan Tardá Y Juan Puig), que aunque lo parecía, no llevaban careta.
Ha habido un momento en el que los bufones se han quitado la máscara y nuestros hábiles reporteros gráficos han aprovechado para obtener la instantánea que les muestro.
El asunto es embarazoso y a medida que han ido pasando las horas la gravedad ha aumentado.
Que cinco enmascarados de la extrema izquierda catalana se encadenen a la fachada de la cadena COPE, desplegando una pancarta contra dicha emisora, cuando un grupo de personas estaban haciendo cola para firmar un manifiesto a favor de la libertad de expresión, es cuanto menos una provocación.
¿Se imaginan que un grupo de simpatizantes de extrema derecha hicieran lo propio a las puertas de una de las múltiples cadenas pro catalanistas cuando un grupo de ciudadanos hacen fila para firmar un manifiesto a favor de alguna de esas cadenas?
Una vergüenza. Un desafío a los presentes y una bravata innecesaria que contribuye a enturbiar la convivencia.
Pues añádanle otro ingrediente: estaban apoyados por dos diputados de la extrema izquierda catalana, que no se nos olvide, representan según la constitución a todos los españoles, no sólo a los que le han votado.
La hipotética payasada antidemocrática de la extrema derecha no podría haber sido apoyada por diputados del mismo signo, pues afortunadamente en el parlamento español no hay representantes de esta ideología.
Ya en la tarde, en la sesión de control al gobierno, la indignidad ha llegado hasta el extremo más indecente.
Mariano Rajoy fue claro en su primera intervención: "Hoy se ha producido un grave atentado a un medio de comunicación con la actuación de dos diputados que le apoyan a usted, yo condeno este atentado y espero que usted también lo condene porque es su obligación como presidente del Gobierno defender la libertades y los derechos constitucionales de todos los españoles".
El presidente del Desgobierno, en su respuesta, se negó a condenar el ataque. Y esto es indecente e indigno. Propio de un dictador de una República bananera, de esas que tanto admira PetaZetas.
En su turno de réplica, Rajoy insistió: "Usted no defiende los derechos constitucionales y prefiere callarse para no generarse problemas con sus socios de ERC responsables del ataque a la COPE". "Garantice los derechos y afee su antidemocrática conducta. Hágalo".
Zapatero acusó a Rajoy de hacer "afirmaciones exageradas" y pidió "reflexión sobre lo que dice".
¡¡¡Afirmaciones exageradas!!! Es el colmo de la caradura.
Para rematar la poca vergüenza Juan Tarda ha dicho :"Ningún diputado de ERC ha participado en ningún asalto a ningún medio de comunicación. Sólo hemos participado en una concentración pacífica y silenciosa ante la COPE para denunciar la campaña de siembra de odio".
Refiriéndose a las intervenciones de los líderes del PP, añadió: "Queda demostrado que los únicos intolerantes son ellos, que no tuvieron suficiente con 40 años de fascio y con cerrar Egunkaria", en referencia al diario proetarra clausurado por el juez Juan del Olmo.
Para este liberticida, los criminales son los periodistas que los denuncian, y los héroes son los terroristas etarras que nos amenazan y nos matan.
UN GRUPO DE MINORITARIO DE EXTREMA IZQUIERDA GOBIERNA EN MI PAÍS Y YO ME NIEGO A CRUZARME DE BRAZOS.
Si todavía no has firmado el apoyo a la cadena COPE entra en este enlace.
EN DEFENSA DE LA LIBERTAD DE EXPRESION
SE LO MERECEN.
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