Prefiero el bikini

Estamos en un mundo convulso en el que la libertad cada vez pierde más terreno. Donde la mentira aderezada convenientemente por los medios de comunicación es el arma más poderosa, porque permite adormecer la razón y la conciencia de los únicos que podemos


darle la vuelta a la tortilla a esta sinrazón, los ciudadanos.

Si en España sufrimos al Solemne, en el mundo, millones de personas, sufren la dictadura del islamismo
Estamos intimidados por el islam. Es la principal amenaza del mundo libre. Nos guste o no nos guste, aún siendo políticamente incorrecto, es la cruda realidad.

Occidente ha sabido deslindar el estado y la sociedad, de la religión. Con ello, ha conseguido que ambas caminen juntas pero sobre líneas paralelas, lo que ha contribuido al nacimiento de la igualdad y la democracia. Por contra, el islam y el fanatismo que genera hacen que los musulmanes vivan bajo el yugo dictatorial de una teocracia.

Estamos ante dos culturas que conviven en el mismo tiempo pero en siglos distintos. El islam permanece anclado en la Edad Media, pero han cambiado las espadas y las dagas de entonces por pistolas y bombas atómicas. Han pasado del pirateo y la rapiña al atentado con coche bomba.

Hablamos de integración, respeto… pero no hemos resuelto la primera de las dificultades y es que ellos quieran integrarse en una sociedad a la que su religión abomina por blasfema, a la que para integrarse tienen que renegar de sus principios.
Mientras nosotros somos capaces de intentar aceptar sus peculiaridades, ellos son incapaces de admitir las nuestras.

¿Cómo conjugar la igualdad entre hombre y mujer que propugnamos en occidente con la sumisión que debe la mujer al hombre en el islam, donde se la considera impura e inferior? ¿Cómo luchar contra la violencia de género en una cultura que permite el castigo físico del hombre a la mujer?

¿Cómo conjugar los gustos sexuales de Almodóvar, Jorge Javier Vázquez (el de Aquí hay tomate de Tele5) o Jesús Vázquez con una cultura que lapida a los homosexuales? ¿Esta es la cultura que defienden los progres renegando de la que les protege?
La libertad de expresión es sagrada, pero a los musulmanes no les ha gustado la publicación de unas viñetas en las que se satirizaba a Mahoma, para ellos esa es la excusa para asaltar embajadas, incendiar y amenazar de muerte al mundo occidental,

¿Qué habría pasado si el blasfemo de Rovireche y su secuaz Maragall se hubieran fotografiado en la Meca, ante la Kaaba, en actitud irreverente, como lo hicieron ante el sepulcro de Jesús con la corona de espinas?

¿Y si en Canal plus un mediocre titiritero llamado Javier Krahe hubiera explicado como cocinar a Mahoma? Este pobre hombre, para ganarse la vida, hizo un programa en la televisión de Polanco en el que explicaba en imágenes como cocinar un Cristo.

Dios no lo quiera, pero si al final la partida la ganan los moros, esta pandilla de progres, que ahora flirtean con ellos, lo van a tener muy jodido.

Aunque no estén de moda, gracias a la mala prensa de la progresía que fomenta el antisemitismo y anticlericalismo, el judaísmo y el cristianismo son las religiones que más respetan al hombre.