11M: La mochila que se convirtió en bolsa o por qué las cosas no son lo que parecen

La versión oficial nos dice que a las dos de la madrugada del día 12 de marzo se encuentra una mochila, en la comisaría de Vallecas, que había estado en los trenes. En su interior había un teléfono que serviría para activar los más de 12 kilos de explosivo que contenía.



La tarjeta Amena del teléfono fue el hilo que llevó a la detención de varios individuos, algunos árabes, de los cuales sólo uno continúa en prisión, Zougham.
Sobre esta mochila se cimenta todo el sumario.
¡Pues es falsa! Más falsa que Judas, más que la sonrisa de Rubalcaba y eso ya es difícil.

La mochila no estuvo en los trenes.
Es imposible que los perros especialistas en detección de explosivos de los Tedax den dos batidas y…¡¡¡ NO LAS DESCUBRAN!!! ¿Estaban todos los perros con moquillo? Los policías saben que los perros son fiables al cien por cien, y más con una cantidad tan importante.

Además, doce kilos es un peso importante. No es un peso muy común para ir a trabajar. No podía haber muchos bultos con ese peso, sería fácil de recordar por las personas que recogieron las pertenencias de los 192 héroes, después del visto bueno de los perros.
Es de suponer que los bultos que llevaban las víctimas no excedieran de los dos o tres kilos. ¿Por qué entonces nadie recuerda haber trasportado un bulto tan pesado? Sería fácil de recordar al haber pocos, ¿no?

La respuesta es porque no estaba.

¿Por qué dicen que han encontrado una mochila en la comisaría, si en realidad era una bolsa de deporte? Entonces, ¿por qué nos han contado que era una mochila?
¿Por qué al juez, como desveló El Mundo, la policía no le entregó la extraña bolsa sino una copia? ¿Desde cuándo la policía custodia las pruebas procesales si eso es función del juez?

El timo comenzó en Marzo

Ayer conocimos otra falsedad más, y es que la “mochila- bolsa” no se encontró a las dos de la madrugada sino mucho antes, y además es posible que se descubriese en un pabellón de IFEMA.

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A este pabellón iban llegando los familiares para recoger las pertenencias de sus seres queridos.
Consta en el sumario que la “mochila-bolsa” y todos los objetos recogidos de la estación de El Pozo fueron llevados a la comisaría de Vallecas, de ahí al pabellón de IFEMA, y retornó a la comisaría del Puente de Vallecas donde “apareció” a las dos de la madrugada.

¿Por qué SÓLO los objetos de la estación del Pozo terminaron en la comisaría?
¿Por qué los objetos de los otros trenes sólo hicieron un único viaje, de la estación a IFEMA, para que sirvieran en tareas de identificación? ¿Quién dio la orden de llevar a la comisaría de Puente de Vallecas precisamente esos objetos, entre los que luego aparecería la mochila número 13?
Por último, la mochila no podía explotar. Los cables no estaban conectados.

Creo que en los trenes hubo dos atentados distintos e independientes, manejados por “el cerebro” X.

Por un lado el que tiene como consecuencia las detonaciones en los vagones 4, 5 ó 6 de los trenes que es el auténtico, el que no se conoce, el tapado.

El otro es en el que sólo explota un artefacto en el vagón número 1 y se dejan 2 mochilas señuelo que deben llevar al grupo de “pringadillos islamistas” (ni ellos sabían que dos de las mochilas no estallarían).

El problema les surge a los que movieron los hilos de las dos tramas cuando los Tedax hacen estallar las dos bombas que dejan como señuelo y entonces inventan sobre la marcha la mochila-bolsa.
Esta hipótesis es la que se barajan en algunos blogs.
Rodríguez decía ante la comisión de investigación, hace más de un año, que casi todo se sabía ya. Cada vez estamos más cerca, la objeción es que cada vez coincide menos con lo que él mantuvo entonces.
Voto por la ETA. Justo lo contrario de lo que nos quieren vender.
Te recomiendo estos enlaces

el blog de Ziriaco

El blog de Luis del Pino

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Serie: Los enigmas del 11 M