Buscando al lince murciano

En el Levante español no llueve. En Murcia se necesitan 170 Hectómetros cúbicos para poder sacar adelante los cultivos y no perder el arbolado. El gobierno regional ha solicitado un desembalse de la cabecera del Tajo y en el gobierno, “la Narbona”, como la llaman en Murcia, mira para otro lado.


Sólo se trasvasará para consumo humano.

Con el caudal que el Ebro arroja al mar en cuatro días sería suficiente para solucionar el déficit anual en Valencia, Murcia y Almería.
Los que aseguraban que con las desalinizadoras habría más agua y más barata, ofrecen menos y cuatro veces más cara para el agricultor. Además, no han construido ni una. Sólo medio funcionan las que estaban en fase de terminación con el PP. Antes había trasvase del Tajo y en ciernes el del Ebro. Ahora, ninguno.

Carbona, la ministra que acusaba a los agricultores murcianos de regar con aguas fecales, se entretiene “hurgando” el excremento de un lince.

Este lince, que nadie ha visto, y su cagada, como podrán suponer, no son cualquier cosa. Si fuesen vulgares no habrían tocado la sensibilidad de ecologista sandía (verde por fuera y roja por dentro) de la ministra.

El detrito ha sido sólido, firme, consistente, muy democrático, incluso me atrevería a decir que rojo, feminista y republicano a juzgar por la posición ladeada a la izquierda que tenía el zurullo cuando fue encontrado.
Camuflado por los olores primaverales hasta se podría afirmar que olía bien.
Tanto es así, que la ministra entusiasmada ha dicho que la comunidad de Madrid debe paralizar las obras de la M-501, de vital importancia para los madrileños, no sea que el susodicho lince cuando vaya de nuevo a evacuar no encuentre un sitio apropiado y se le forme un tapón intestinal que haga temer por su vida.

La ministra ha recordado que la Comunidad de Madrid "es una de las zonas con presencia censada del lince en los años ochenta". Según Narbona, la zona es un hábitat propicio de los felinos porque la zona cuenta con una gran proporción de conejos.

¡¡¡ Sobre todo en Villaconejos!! ¿No cree, ministra? Vamos, que como se enteren los linces del festín que les está esperando en Villaconejos, hasta es posible que se vayan a este bonito pueblo a hacer sus deposiciones. Lo mismo hay que cambiarle el nombre al pueblo y pasar a llamarse Villalinces. Entonces, le aconsejaría a la ministra que se empadronase allí. Porque hubiese otra lince, no por otra cosa.

El lince fantasma de la comunidad de Madrid podría ser la salvación del levante español.
Si en Madrid cuestiona la construcción de una carretera vital…
Es por eso por lo que en Murcia se está buscando, no un lince, si no una mierda de lince o similar. Eso es suficiente para que la sensibilidad de la ministra se conmueva y manden agua para que el lince fantasma no pase sed.

Los murcianos, su agricultura, su industria y sus campos de golf, que también son riqueza … que se jodan.
En Cataluña, el número de campos de golf es diez veces superior, pero allí tienen linces. Unos muy peculiares usan gafas y hasta algunos se dejan bigote.