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martes, marzo 14, 2006

Skoda y Kangoo: Dos gotas de agua en el 11 M

“Alguien” preparó el fabia y la kangoo de la misma forma. Los dos vehículos implicados en la masacre del 11 M estaban limpios (no tenían ninguna huella dactilar). Las huellas aparecen en los objetos “olvidados” en los coches.
fotos.miarroba.com

En los dos vehículos se encontraron cintas con inscripciones árabes, aparecen ropas con el ADN de algunos de los terroristas que, posteriormente, se suicidarían (o los suicidaron) en Leganés. En los dos coches aparecen rastros de explosivo no descubierto por los perros que inicialmente examinaron los vehículos.

Continúo el artículo anterior en el que les cuento como se produce la misteriosa desaparición y aparición posterior del Skoda. Me baso en los trabajos de Fernando Múgica en el diario El Mundo.

El 13 de junio de 2004, la policía de Alcalá acude a retirar un vehículo robado que se encuentra a 20 metros de donde estuvo la renault kangoo, sin sospechar que pudiera estar relacionado con el 11 M.
Los policías que acuden a retirar el vehículo, según reconocen posteriormente ante el juez, inspeccionan el Skoda y declaran que, aunque hay varios objetos, “en el interior del vehículo no hay ningún objeto de interés policial”. Es evidente que no ven una funda de pistola que se encontrará posteriormente.
El día 14 se avisa a Hertz, la empresa propietaria del coche, y el 15 un empleado pasa a recoger el vehículo.
En las diligencias de devolución se especifica que el empleado quiere dejar constancia de que los objetos que llevaba el coche cuando fue robado en Benidorm (un sobre con 500 euros, un reloj de plata, unas gafas graduadas…) no están en el vehículo, si bien hay otros objetos. Se produce así una segunda inspección del Skoda. Esa misma mañana el empleado lleva el coche al taller que la empresa tiene en Madrid. Desde allí, otro empleado llama a la policía. Ha encontrado unas cintas con inscripciones en árabe y eso le pone en guardia.
Llega al taller un coche patrulla con el indicativo SB22. Redactan un informe y llaman a la central. Llega el indicativo de Sala del 091, KxI. Posteriormente llega el indicativo de guías caninos Panda 10, que inspecciona el vehículo sin encontrar rastro de explosivos. Llega también una dotación de Tedax, desactivadores de explosivos, con indicativo EDE 12. Posteriormente y siguiendo el informe de la patrulla SB22, llega al lugar personal de la policía científica con el indicativo Lofos (inspectores de la brigada de información) con el indicativo Halcón 2001 y especialistas en terrorismo islámico con el indicativo Halcón 20. Solo faltó el concurso de Torrente y el Tato.
Todos revisan el vehículo.
El SB 22 es relevado por el SB26 y la grúa 119 lo trasporta al Centro de Canillas. Y aquí comienza de nuevo la confusión.
No encuentran ninguna huella en el coche. Se acusa a Hertz de haber lavado el Skoda, sin embargo la empresa de alquiler propietaria del Skoda emitiría un comunicado desmintiendo este extremo.
¿Por qué los presuntos terroristas se toman tantas molestias en no dejar huella en el coche pero se olvidan de todo tipo de objetos que les pueden inculpar? Desde colillas, pasando por revistas, una botella de coca cola, ropa, bufandas, incluso una maleta.
Encuentran huellas de Lamari y de Mohamed Afalah. Éste se quitó de en medio la mañana del 3 abril después de haber llevado a Lamari a la casa que voló por los aires en Leganés.

Un mes y medio después la policía confirmó que en el Skoda habían aparecido restos de explosivo. ¿Por qué no los detecto el perro del guía canino Panda 10?
Por último, para no extenderme más, el 25 de julio compareció el ministro de Interior, José Antonio Alonso, y afirmó que se habría una nueva línea de investigación que se habían descubierto el ADN del último terrorista “suicidado” en Leganés, del que no se conocía su identidad (Lamari), y del terrorista que había logrado huir (Mohamed Alfalah). ¿Coincidencia? El que faltaba por identificar y el huido, vamos, ni aposta.
Cuatro días después, el 29 de julio compareció ante la Comisión de Investigación del 11 M (¿coincidencia?) Allí afirmó que, cuando el vehículo Skoda se trasladó a Canillas, la policía científica realizó una primera inspección ocular “lo que no se había hecho antes”. Hoy mi artículo ha sido especialmente farragoso en datos, todos ellos han sido pruebas de las innumerables inspecciones que se realizaron antes de que el Skoda llegase a Canillas y que figuran en el sumario que instruye el juez.
Presupongo que el ministro no mintió y por tanto la información que le pasaron estaba manipulada. Entonces, ¿por qué el ministro NO ha relevado de su cargo a los que le pasaron esos informes falsos?

Si quiere saber más le remito a la información que el diario El Mundo viene publicando durante toda la semana pasada. Ayer lunes, publicó que la prueba que sirvió para detener a todos los terroristas y en la que se basa el sumario que instruye el juez del Olmo es falsa, tan falsa como el Skoda o la Kangoo. Más falsa que Judas.