El aborto de berberecho

Tras varios meses gestándose con todos los cuidados y mimos de los medios de información o ¿son de desinformación?, el desafortunado acontecimiento ha visto la luz. Por fin sobrevino el poco deseado aborto.



Se planificó en Perpiñán, se preñó en Madrid tras un atentado salvaje y unas elecciones sumidas en la manipulación, el desconcierto y la mentira.
El embarazo lo propició ETA Batasuna, que puso la cama y organizó la cita.

Fue una concepción multipartita en la que nadie sabe quien puso la semillita. La paternidad se la disputan Carod, Maragall, Mas y la madre que parió. Bueno no, la madre que parió es Rodríguez, es de lo único que estamos seguros.

Él y nadie más que él, decidió quedarse “preñao”, tuvo posibilidad de interrumpir el embarazo y Rajoy se prestó a hacer de comadrona en multitud de ocasiones. Todos le avisaban que el engendro no era humano, con tanto padre y tan raros, tenía que ser extraterrestre o berberecho.
Pero Rodríguez quiso terminar lo que mal empezó.

Los voceros nos lo han fiado como que es bueno para España, que era algo que demandaban los ciudadanos.

Mentira, mentira y mentira. No le interesaba ni a los propios catalanes y después de la propaganda tan atroz y a la vez tan ilegal que culminó con la alocución de Maragall por televisión al más puro estilo franquista del tío Paco, la realidad es que más de la mitad de los catalanas no han ido a votar. Algo más del 70 % han votado sí, un 33% de la población con derecho a voto. Una minoría que se impone a una mayoría.
Eso quiere decir que el 66%, dos de cada tres, han dicho no al estatuto o no han ido a votar a pesar de la propaganda del desgobierno nazional-socialista.

Para los padres y la madre de la criatura, el monstruo es precioso. Rodríguez dice que el apoyo ha sido amplísimo. ¡Qué va a decir la madre después de los dolores que le han provocado la cesárea!

Los múltiples padres radiantes y felices. Menos uno, Carod, que sabe que le han puesto los cuernos. A los otros no les ha importado que los padres sean ciento y la madre, porque el ser que han parido tiene la peculiaridad de que la madre también ha sido padre.

Por más que lo quieran disfrazar, Rodríguez y la tropa han parido un aborto. Un aborto de berberecho que podría adoptar Zerolo.

Todo se podía haber evitado con un condón.