Liquidación por derribo

Después de cuarenta años asesinando y aterrorizando para exigir la autodeterminación del País Vasco, la banda terrorista ETA se ha encontrado con un presidente que traiciona a los vivos y se ríe de mil muertos.



En un acto de irresponsabilidad ha vuelto a engañarnos y ha insultado a las victimas del terrorismo y a sus familias aceptando de forma cobarde las imposiciones de ETA. Nos aseguró que no habría negociación mientras los terroristas no dejasen las armas, que el sitio de los asesinos era la cárcel, que no habría pago político, que pediría permiso y lo anunciaría a la cámara, que … una mentira tras otra.
A Rodríguez no le ha temblado el pulso. Tampoco le tembló a Chapote cuando asesinó de dos tiros por la espalda a Miguel A. Blanco. Teníamos la remota esperanza que, después de las demostraciones palpables de que ETA sigue extorsionando y aterrorizando, Rodríguez recapacitaría. Tampoco recapacitó Chapote y mató a Miguel Ángel. Lo que nos temíamos que podía ocurrir se ha consumado. La traición es un hecho y el plazo que dio ETA al Solemne ha sido respetado por el presidente de media España.

¿Qué nos podíamos esperar? Ya conocemos a Rodríguez, blando con la gentuza y los terroristas, como si fuera de algodón. Frío, calculador y sin escrúpulos para los que no piensan como él. El consenso del que alardea es tan falso como su sonrisa y lo lleva a la práctica excluyendo a la mitad.

En “estepaís” se ha puesto el cartel “liquidación por derribo”. Los inquilinos no quieren leer el cartel, incluso los hay que se han olvidado de leer, como si esto fuera posible. Los pocos que denunciamos el desahucio somos insultados y tachados de alarmistas, antidemócratas y como no, de fachas.
Lo más duro es observar como los sectarios están viendo como la demoledora excavadora se está llevando por delante un pilar tras otro y siguen ofreciéndole combustible al operario.

El encargado del derribo y su pandilla tan pronto atacan a los jueces como quitan y poner a sus correligionarios en puestos de máxima responsabilidad: fiscalías, banco de España, CGPJ, CNMV…

Se politizan todos los centros de poder, y uno a uno van cayendo los pilares que sustentaban, hasta el fatídico 11 M-entira, un edificio moderno y funcional que era la envidia del mundo civilizado.

Se criminaliza a los arquitectos y albañiles que han dejado su esfuerzo, en algunos casos su vida, por construir lo que era la envidia del barrio. Se equiparan a los constructores con los destructores.

La casa está en ruinas.

De la situación se están aprovechando los nacionalistas, unos pobretones que empezaron viviendo en un sótano oscuro y aspiran, pagándoselo el resto de vecinos, a los amplios áticos con terraza soleada.

Por la puerta principal se cuelan los “sin papeles” de cien países con la complacencia de Rodríguez. El capital se frota las manos con los nuevos esclavos mientras los sindicalistas baten palmas con el bolsillo lleno de subvenciones.

Los propietarios de los inmuebles cercanos permanecen incrédulos ante el deterioro y están tomando posiciones para repartirse el botín.

Como el edificio se mantiene en pie, los ilusos creen que no se caerá, pero está herido de muerte y las cargas de explosivo las colocó ayer el desgobernante Rodríguez y la ETA podrá cumplir su sueño de detonarlas.

La gente sigue preparando las vacaciones y cuando vuelvan en septiembre habrá que buscar un puente y compartirlo con los navegantes de cualquier cayuco.
Gracias, José Luis.
Algún día lo tendrá que pagar.

El día ha sido muy triste y yo estoy cansado.
Me duele España.