El tormentoso verano zapateril

El estío es tiempo propicio para las tormentas y este verano, para el desgobierno socialista, éstas se han multiplicado. Pero para desgracia nuestra no han dejado ni gota de agua, al contrario, han sido de viento y mucho aparato eléctrico. El culpable, no lo duden, ha sido el hombre del tiempo que es del PP, si no, pregúntenle a López Garrido o Pepín Blanco.

Cayucos por babor y por estribor. Países tercermundistas que nos chulean y se niegan repatriar a sus esclavos, con lo que nos los tenemos que comer con patatas, sobre todo en las comunidades gobernadas por el PP, que es donde los envían nuestros gobernantes sectarios.

La ETA, a juicio del gobierno, de la fiscalía del Estado y de algunos jueces, ya no existe porque no se muestran sus siglas en las manifestaciones aunque a estas acudan sus dirigentes, se den gritos de apoyo a la organización asesina o se pida la excarcelación de asesinos malnacidos como el canalla de De Juana Chaos que está condenado por matar a varias personas, algunas de ellas niños. "Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas. Acabaremos a carcajada limpia". Así se expresaba este desgraciado.
Ahora, las extorsiones a los empresarios son donativos tan inofensivos como los del Domund y la quema de cajeros o autobuses es una versión moderna de las Fallas de Valencia.

El presidente por accidente, Rodríguez, ha estado jugando a disfrazarse de moro para molestar a los judíos y poner otra china en el zapato de Bush, aunque esto es un pecado venial comparado con la cobarde retirada de las tropas en Irak o de la maleducada sentada ante el paso de la bandera americana. Luego, López Garrido nos vende que el papel de mediador de España en la crisis de Oriente Medio es fundamental, por favor, si es Moratinos quien está al frente, con eso es suficiente.

Ardió Galicia, pero acusaron al PP de mala gestión en la anterior etapa, sin embargo, fueron ellos los que desmantelaron el dispositivo contra incendios que los peperos habían puesto en práctica con éxito notable reduciéndose la superficie quemada a la décima parte y además sin muertos. Como esta mentira no coló adujeron que los responsables de los incendios eran bandas de gente organizada, posiblemente peperos que no habían admitido la derrota electoral, que pretendían así desprestigiar el “buen hacer” de los socialistas gallegos.

La Guardia Civil desmintió este extremo y se confirmó al resultar detenido como presunto incendiario un individuo vinculado al PSOE. Después inventaron, como dijo Narbona, que en Galicia había más pirómanos que en cualquier otra comunidad española. Lo que no nos aclaró la señora que acusaba a los agricultores murcianos de regar sus verduras con aguas fecales, es si su aseveración estaba basada en algún estudio científico y si esta rara peculiariedad de los gallegos era producto de la ingesta de marisco o de la propia estupidez de la ministra.
Sra. Narbona, resulta curioso que esta inclinación neroniana de los gallegos sea exclusiva de este verano, mientras que en los anteriores no haya sucedido. Los pirómanos siempre han estado ahí, la diferencia con otros años es que entonces había personal para detectar inmediatamente el incendio y para sofocarlo en la primera media hora de actividad.

En el colmo de la incontinencia verbal, la ministra de medio ambiente, acusó a los gallegos en general de ser los responsables de los incendios debido a su bajo nivel cultural.
Siendo todo esto muy grave, lo es más, que esta señora continúe en su puesto, que el gobierno gallego eche balones fuera y no se someta a una comisión de investigación, ni comparezca ante la cámara para dar explicaciones y que el gobierno de España ante tantas irregularidades, ante tantas tormentas, tampoco aclare nada. Es vergonzoso que Rodríguez continuase de vacaciones ante tantos rayos y truenos.

El desgobierno de Rodríguez es la tormenta seca en si mismo. Tergiversan, utilizan el lenguaje con perversidad, afirman y desmienten a la vez, dicen que asumen responsabilidades pero acusan maliciosamente al PP de ser el causante de cualquier catástrofe o sin sentido que ellos provocan. Prometían transparencia y vetan cualquier comparecencia en el congreso que los pueda comprometer. La verdad la hacen mentira y el embuste en sus manos se convierte en el catecismo
Que este gobierno nos miente es tan cierto como que el verano ha sido tormentoso aunque no haya caído ni una gota de agua para desgracia del levante español a quien Rodríguez ha condenado a pasar sed por votar PP.