Despacho con teléfono

El 11 de Marzo de 2004 un grupo de macabro dejó un puzle difícil de resolver esparcido entre cuatro estaciones. Pensaban que nadie se atrevería a ir uniendo una a una las piezas. Eran demasiadas.

Creían que nadie tendría la paciencia y tenacidad de ir casándolas. Confiaban en que los engaños eran suficientes, que los osados que se atreviesen a hincarle el diente no tirarían a la basura las piezas falsas que, entremezcladas con las auténticas, los conspiradores habían dejado.

Se equivocaron. Los engaños están descubiertos y el ánimo es más firme que nunca. Comprobamos que, poco a poco, las piezas que a primera vista parecían inconexas empiezan a colocarse en su sitio y eso lleva a que la siguiente se sitúe casi sola en el tablero, de tal forma que la solución se ve próxima.
Ayer conocimos por el diario El Mundo, firmado por Casimiro García Abadillo, la implicación de Rafael Vera, el hombre fuerte del ministerio del interior en la época felipista de los GAL y los fondos reservados.

Según el periodista de El Mundo esto son los hechos:

1. En Mérida, Rodríguez Ibarra puso a disposición de Rafael Vera un despacho y un teléfono seguros el 11-M, desde el que Vera estuvo “trabajando”.
2. Rafael Vera llamó en la noche del 12-M a José Blanco para decirle que, según la jueza francesa Le Vert, al día siguiente habría detenciones de islamistas.
Con relación al primer punto, entiendo que el presidente de una comunidad autónoma, con dinero público, le pone un centro operativo “limpio” y “seguro” a sujeto condenado por llevarse el dinero de los españoles.

¿Para qué? Sólo veo dos posibilidades:

A. Se recopilaba la información que iba llegando para transmitírsela al PSOE.

En este caso, la información que genera dicho centro operativo no se pone a disposición del aparato de seguridad del Estado, sino que sirve al partido del representante del Estado y del delincuente para así montar una estrategia de desgaste del Gobierno que tiene que gestionar el atentado. Esto, además de ser inmoral, se hace con dinero de todos para beneficiar a unos pocos.
Como consecuencia directa de esa estrategia a la que se suman diversos grupos y fundamentalmente un grupo empresarial ligado a la comunicación, apenas setenta y dos horas después, se produce un vuelco electoral sin precedentes en la historia de los países democráticos.
Un escándalo digno de una dictadura bananera que sería suficiente para cuestionar la legitimidad del gobierno. Por mucho menos dimitió Nixon.

B. Se coordinaba desde allí la fabricación de la inmensa patraña, con montaje de las pruebas falsas incluido.

En este caso la cárcel se va a quedar pequeña.
En cualquier caso, algo huele a podrido en el PSOE
Con relación al segundo punto, no creo que Le Vert sea la informadora de Vera. No entiendo por qué los servicios secretos españoles informan a la jueza y no informan al gobierno de las detenciones que se van a producir el 13 M. Si no informan al gobierno, como así fue, ¿Por qué decírselo a Le Vert?, ¿Para que luego ella informe a Vera? Precisamente a Vera.

De todas las formas, esto se vendría abajo si Rodríguez Ibarra demuestra que la información es falsa o Vera demuestra que no estuvo en Mérida.

Por el momento, queremos conocer el listado de esas llamadas y a qué manta se refería el señor Vera cuando dijo que iba a tirar de ella si no salía de la cárcel. Por cierto, Vera salió rápidamente de la trena. ¿Pago de favores?