El poder de la engañifa

Ayer comentábamos que María San Gil había denunciado que, en el cartel anunciador del congreso batasuno etarra del 21 de enero, aparecía el anagrama de ETA.



El dirigente batasuno, Joseba Permach, ha declarado que "el símbolo es el del derecho a la salud" (supongo que este inculto, cuya única forma de medrar es ésta, se refiere al símbolo de Esculapio). El dirigente batasuno ha dicho que "la versión del PP" es propia de "un partido acostumbrado a mentir".

¿Pretende el asesino convencer a la víctima de que el culpable del crimen es ella?
No. Ese no es el objetivo.

Aún siendo de un cinismo incalificable, las declaraciones de este sujeto carecen de valor para un demócrata. Cuando proviene de alguien que no respeta la libertad ni la vida de los demás está descalificado, y no merece las líneas que le estoy dedicando ni el tiempo que usted está perdiendo en leerlo.
Donde quiero hacer un inciso y reflexionar es en la segunda parte, en la que acusa al PP de mentir.

Esa es una falsedad que el socialismo "henvustero" ha creado con la complicidad de toda la izquierda y que le está funcionando como un reloj suizo, nada que ver con los que regala Bono.

La izquierda ha aprovechado esta circunstancia doblemente. Por un lado, al acusar al PP de mentir parece como si ellos no lo hicieran, y dan la imagen de honradez que, históricamente, nunca han tenido. Por otro lado, han creado un falso mito que ha calado en la opinión pública y que persigue a la derecha.

En estos casi dos años de desgobierno socialista, los ejemplos de esta doble táctica son cientos. Esta práctica traicionera y "henvustera" se ha convertido en el recurso de los que no tienen más argumentos que el "y tú más", o el "es que la derecha está instalada en la mentira". Consiguen ensuciar la imagen del oponente apareciendo inmaculada la propia por el efecto opuesto, que ocasiona acusar al otro lanzando sobre él su propia inmundicia.

En estos últimos días son muchísimos los ejemplos. Me detendré en desenmascarar la última de Rodríguez.

Hace un año, los desencuentros entre desgobierno y oposición en materia antiterrorista eran cada vez mayores. En realidad, el desgobierno del talante nunca ha querido encontrarse con el PP a pesar de los múltiples ofrecimientos de Rajoy.

La razón del enfrentamiento fue consecuencia de la inacción del desgobierno y del fiscal general del estado, que permitió que el PCTV (este partido-tapadera de los batasuno etarras) concurriese a las elecciones al parlamento vasco en contra de los informes de Policía y Guardia Civil que señalaban los nexos entre PCTV y Batasuna-ETA.
Esto provocó que desgobierno y oposición se acusaran de haber roto el pacto antiterrorista.

Rodríguez y la secta encabezada por Blanco y Rubalcaba encendieron el ventilador y acusaron, como siempre, de mentir al PP y de ser ellos los que habían roto al pacto antiterrorista.

Aunque estaba claro quienes habían faltado a su palabra, aún a pesar que era obvio quien había liquidado el pacto que arrinconó a ETA y la tuvo al borde de la derrota, la opinión pública otorgó una victoria a los puntos al desgobierno zapateril, con la ayuda inestimable de los medios de comunicación intoxicadores.

De nuevo, el PP quedaba como el malo, el mentiroso, y en solitario se tenía que volver a lamer las heridas.

Han pasado unos meses: las conversaciones secretas entre ETA y el desgobierno de espalda al pueblo parecen más que evidentes, aunque los socialistas han negado este extremo en repetidas ocasiones invalidando con su discurso las pruebas. ¿Creen que no hay contactos? Je, je.

zETApé está cediendo al chantaje terrorista y está de rodillas implorando una tregua al precio que sea.
El presidente solemne utiliza la frase "como sea" con asiduidad para obtener el beneficio de la foto. La fotografía es otro pilar de este desastre. ¡Si Niepce, el inventor de la fotografía, levantara la cabeza!

Rodríguez coincide ahora en los mismos planteamientos que el dirigente de la ilegalizada Batasuna, el demócrata y pacifista Otegi. Al presidente le parece razonable el congreso de los etarras, y dice que lo legitiman los derechos y libertades individuales.

Invocando a ese principio ¿se podrá reunir en España cualquier organización terrorista?

¿Podrán también reunirse en España, por la misma razón, los terroristas que propiciaron el cambio el 14M después de matar 3 días antes a 192 inocentes?

¿El próximo 21 de enero se reunirán estos mismos?
¿Acudirán también "el insurgente" Al Zarqaui y "el pacifista" Ben Laden?

Desde la perspectiva que da el tiempo transcurrido se observa que el PP, en materia antiterrorista, está en el mismo sitio que hace un año, dos, cinco o diez. Desgraciadamente para España, el PSOE no.

Entonces, ¿Quién rompió el Pacto antiterrorista? Sin embargo, ¿quién parecía que lo había roto? ¿Quién se quedó sólo? ¿QUIÉN MINTIÓ?

Llegado a este punto, me pregunto: ¿Qué hacer cuando el que cobra para, entre otras cosas, garantizar la estabilidad nacional, hace dejación de funciones y no aplica la ley?

¿Qué hacer cuando Rodríguez se alía con el enemigo?

¿Es que yo no puedo defender a mi país como Otegi dice defender al suyo?

Si. Además, el país de Otegi forma parte del mío.

Claro que puedo, pero sin pistolas. Mi pistola es lo que usted está leyendo y de lo que le pido que dé testimonio si está de acuerdo, y si no es así, espero que le haya hecho reflexionar.
Sería cojonudo que a partir de este instante su pistola fuese la palabra ante los demás.

¡Ánimo y no se calle!