Sueños mágicos

Cuando usted esté leyendo el artículo de hoy, Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente habrán pasado inundando su casa de regalos. Desde corbatas a muñecas pasando por "la Pleiesteision", colonias, ropa ... se amontonarán confundidos entre papeles de regalo por el

salón o las habitaciones colmando de ilusión a los más pequeños y a los que ya no lo son.

Dicen que todos llevamos un niño dentro y desde esa ingenuidad además de Paz, "Crónica del desastre" de Alfonso Ussía y "La Linterna" de César Vidal, he pedido que España continúe siendo la gran nación que siempre ha sido.
También he tenido la osadía de pedir que TODOS tengamos el valor de denunciar ante nuestros amigos, compañeros, vecinos ... las barbaridades que se están cometiendo.
NO nos podemos callar más. NO podemos cruzarnos de brazos.
Corren malos tiempos pero esa no es excusa para no arrimar el hombro.

Hace menos de un año, asistía indiferente o incluso acobardado a conversaciones en las que se acusaba al PP de mentir, de haber participado activamente en una guerra, de ser los responsables de la matanza del 11 M porque comunicaron las mentiras que les hacían llegar con una hora de retraso y ahora, ¡faltaría más!, no nos cuentan nada.

No estoy afiliado al PP y no todo lo que hace el PP me gusta, pero ¿que otra opción queda? Son, de largo, los menos malos.

Hace menos de un año escuchaba decir que todos los políticos son iguales, que van a lo suyo. Si, todos van a lo suyo, pero todos no son iguales.

Unos quieren servir al ciudadano y otros se sirven de él. Unos mienten y esos mismos acusaron a los otros de mentir. Unos estaban preparados para gobernar, sabían lo que se traían entre manos y otros ni lo esperaban.

Unos tienen a Mariano Rajoy y otros a Rodríguez, y esta última ya es suficiente diferencia.

Si S.S. M.M. los Reyes Magos de Oriente nos traen ánimo, coraje, valentía... para no permanecer callados como hemos venido haciendo hasta ahora y defender con talante (del bueno no el de zETApé) nuestras ideas, conseguiremos dar la vuelta a la tortilla.

Confío en el buen hacer de sus majestades.
Yo, no compro catalán
¡Felices Reyes!