Carnaval en el congreso

"Cuánto ganaría la Cámara si usted, que es tan aficionada a disfrazarse de vez en cuando, un día, aunque sólo fuera un día, se vistiera de vicepresidenta del Gobierno y cumpliera con su obligación de responder a las preguntas de la oposición"


Estas palabras de Eduardo Zaplana en el Congreso cuando se dirigía a Fernández de la Vega provocaron un revuelo en la bancada izquierdista y una reprimenda por parte del presidente del congreso, Sr. Marín.

Zaplana explicó a Marín que no creía "haber cometido ningún exceso", y que no dijo, por ejemplo, como suele a hacer De la Vega, que "le falten escrúpulos". El portavoz dijo que pidió a De la Vega, "simplemente", que, "por favor, se vista un día de vicepresidenta del Gobierno y conteste a las preguntas que le hacemos en la sesión de control".

Suficiente. Como los ángeles seguían a Charlie en la serie de Tv, las diputadas de la izquierda siguieron a Montilla y abandonaron el hemiciclo.
Huele a emboscada, a que la consigna era: al menor desliz, nos vamos.
Creo que tenían urdido montar el espectáculo, correr una cortina de humo ante la opinión pública para que no se fijen en el estatuto catalán, en las pruebas falsas del 11M o en las pateras que están llegando a Canarias.

De la Vega recurría a los insultos a Zaplana, como viene siendo habitual, diciendo que "no sé si es un problema de ignorancia, que sería excusable, maledicencia, que sería intolerable, o machismo, que sería detestable, me temo que son las tres cosas juntas".
Para entonces, los ángeles de Montilla (particularmente prefiero a los ángeles de Charlie aún a riesgo de ser tachado de machista, que no lo soy, simplemente me gustan más las guapas que las feas) habían regresado y aplaudían a rabiar los insultos ocurrentes de la que puede faltar sin recato.

En noviembre le dijo al Sr. Acebes: "debería modernizarse en su manera de ser, en sus ideas y en sus atuendos”.

El 18 de mayo de 2005, tras una pregunta de Acebes sobre los contactos del PSOE con ETA y las reuniones del PSE con el PCTV, la respuesta de la vicepresidenta fue: "Ustedes actúan porque tienen las mentes obtusas y los corazones emponzoñados".

El 1 de diciembre de 2004 nos deleitó con esta perla:"Señor Acebes, ya sé que ni usted ni su amigo Aznar son precisamente Blancanieves. Si de cuentos infantiles se tratara, serían Pinocho”.

Las sectarias señoras de la izquierda no dijeron nada cuando Bono dijo de Esperanza Aguirre que "besa por la mañana y muerde por la noche, de una manera que no es acorde con su aristocrática posición".

De la Vega continuó: "Me siento absolutamente honrada de haber representado a este país (como Rodríguez, no habla de España si no es absolutamente necesario) en un encuentro en África con mujeres africanas, y compartir la esperanza con esas gestores de la resistencia frente al hambre, el desastre y la pobreza, y prefiero esa imagen de vicepresidenta que la imagen de las Azores, y creo que la mayoría de los ciudadanos están conmigo". Tras esto, regresaban las diputadas en medio de un gran aplauso.

Los socialistas prefieren ir a gastarse una millonada a África (con dinero del contribuyente) con un séquito de sultán, hospedándose en los mejores hoteles simulando que ha llegado mister Marshall y vestirse de carnaval, pero no denunciar ante sus interlocutores, por ejemplo, la mutilación sexual femenina.

En las Azores, con mayor o menor acierto, Aznar buscó beneficiar a España, trabajaba para su país, aún arriesgándose, como luego se ha demostrado, que eso le podía costar el gobierno.

En África, Fernández ha buscado beneficiar a su partido, no ha conseguido nada para España, (para ella país) tampoco ha conseguido que las mujeres africanas sean más libres.
Desde su visita, nada ha cambiado salvo su álbum de fotos.
Fernández como Rodríguez nunca tomarán una decisión que pueda desfavorecerles, aunque sea perjudicial para España y a las pruebas me remito.


Me da pena mi país. La libertad no se regala, hay que ganársela y en mi España hemos pasado del fútbol y los toros del régimen franquista al circo zapateril.